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Al igual que ocurre en la psicología occidental, en la Medicina China, las emociones son estímulos mentales que afectan a nuestra vida afectiva. En condiciones normales no son causa de enfermedad. Todos en momentos de nuestra vida vamos a sentir tristeza, duelo, preocupación o miedo. El problema viene cuando esas emociones no se gestionan adecuadamente, invaden nuestra mente, no las controlamos sino que nos controlan, nos desbordan, son muy intensas o muy duraderas. Es ahí cuando pueden convertirse en causa de enfermedad.

Los textos chinos además añaden que si por una parte un estrés emocional puede lesionar los órganos internos, pero por otra parte un mal funcionamiento de un órgano interno puede generar una emoción dañina. Por ejemplo: la tristeza, la aflicción, la melancolía, la asocian al Pulmón y al Intestino Grueso. Esta emoción, si no somos capaces de gestionarla terminará afectando a nuestro Pulmón y/o Intestino Grueso. A su vez un problema pulmonar o de intestino grueso puede generar esta emoción de tristeza, melancolía o aflicción.

Cuando en Medicina China, se habla de órganos y entrañas, no hay que entenderlos solamente como una masa, sino que cada uno de ellos contiene una energía psíquica, con características específicas que responde o “ resuena” con una situación en particular. Por ejemplo, ante una circunstancia externa que percibimos como injusta, hará responder a nuestro Hígado dando lugar a a la ira o a la rabia como emoción negativa. Ante una pérdida va a responder nuestro Po, la energía psiquica asociada al Pulmón y responderá con tristeza y melancolía.Ante la incertidumbre o una amenaza, responde el Zhi, la energía psíquica asociada a nuestro Elemento Agua y así con todos los Elementos.

Es como si cada si cada molino eólico de los que ves en la imagen, se activase con un tipo de situación o energía y no con otra. Aunque también afirmaban que de no gestionarse bien por parte de estos molinos que corresponden a diferentes órganos, todo va a terminar afectando al Emperador de nuestro organismo que es el Corazón.

Aunque todo esto suena como un cuento, quizá no estaban tan alejados de la realidad porque hoy la ciencia está descubriendo que existen neuronas, por ejemplo en nuestro tracto digestivo. Con lo cual comprobar que los órganos sienten, tal y como afirmaba esta milenaria medicina, no está tan lejos de la realidad.

 

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