fbpx

Es cierto que la acupuntura para dejar de fumar va cobrando cada vez más protagonismo como técnica eficaz para dejar el tabaco. Se ha demostrado que ciertos puntos de acupuntura estimulan la producción de dopamina y serotonina en nuestro organismo y modulan la actividad de las regiones cerebrales relacionadas con el estrés, la atención y la recompensa.

Sin embargo hay que tener en cuenta que la acupuntura, como cualquier otra técnica para dejar de fumar va a ser útil siempre y cuando esté apoyada en el verdadero deseo de dejar de fumar y en una serie de pasos y estrategias previas. En algunos casos, dependiendo de la persona y de su nivel de adicción, se deberá contar además con asesoramiento médico y /o psicológico.

Dejar de fumar frena el envejecimiento del cuerpo y la mente

Todos sabemos lo perjudicial que es fumar y los índices de mortalidad que existen como causa directa o indirecta del tabaco.

En el corto plazo el tabaco merma enormemente nuestra calidad de vida, queramos ser o no conscientes de ello: nos limita a la hora de hacer ejercicio, nos estropea el pelo, amarillea la dentadura, inflama las encías, envejece la piel, genera mal aliento, hace que perdamos el gusto y el olfato, provoca que nos resfriemos con más facilitad, facilita la aparición de osteoporosis, reduce la fertilidad, nos hace sentir cansados, nos hace esclavos de su compra y genera un gasto enorme a lo largo del año que podríamos dedicar a otras cosas mucho más saludables.

Por si esto fuera poco, recientes estudios han demostrado que la nicotina hace que nuestro cerebro envejezca más rápidamente.

Fumar provoca, no sólo un envejecimiento prematuro de nuestro cuerpo sino también un envejecimiento prematuro de nuestro cerebro, haciendo que algunas capacidades mentales disminuyan, al reducir la corteza orbitofrontal del cerebro: disminución en nuestra capacidad para resolver problemas, tomar decisiones, aprender y controlar los impulsos y,  por si fuera poco, aumenta la tendencia a adquirir nuevas adicciones.

¡Lo que faltaba!

La buena noticia es que  todo este proceso empieza a frenarse al cabo de unos días de haber abandonado este hábito.

Por qué nos cuesta tanto dejar de fumar

Si dejar de fumar fuese sólo una cuestión de voluntad, no habría tantos adictos a la nicotina.

Todos los que somos o hemos sido adictos a la nicotina, sabemos de sus catastróficas consecuencias, sin embargo seguimos fumando.

La nicotina altera nuestros circuitos cerebrales de recompensa. Se absorbe de forma rápida en nuestros pulmones, de ahí pasa al torrente sanguíneo y desde allí a nuestro cerebro, donde estimula unos receptores llamados Acetilcolina Nicotínicos que liberan dopamina, un neurotransmisor relacionado con el placer.

Con el tiempo, el tabaco modifica la estructura de nuestro cerebro porque los receptores, ansiosos de nicotina, van aumentando su demanda y lo que en un principio provocaba placer, pasa a ser fumar para evitar el displacer (ansiedad e irritabilidad) que nos provocan estos receptores ansiosos de nicotina cuando éstos no consideran saciada su necesidad, que además cada vez va en aumento.

¿Mejor dejar de fumar de golpe o poco a poco?

¿Es mejor matar a los dragones uno a uno o a todos de una vez? Lo ideal sería terminar con ellos con un único esfuerzo, pero lo realmente importante es terminar con ellos.

Dejarlo de golpe o poco a poco, todo va a depender de la persona y de las estrategias o armas de las que disponga. 

No existen datos científicos que demuestren si hay o no más probabilidades de éxito al dejar de fumar de golpe o al dejarlo poco a poco.

En nuestro método para dejar de fumar ofrecemos las dos alternativas. Cuando la persona decide dejarlo de golpe, nos aseguramos de que disponga de las estrategias y herramientas necesarias para ello y se amplia la frecuencia de las sesiones. Si la persona decide dejarlo de forma paulatina lleva un protocolo más dilatado en el tiempo pero no por ello menos efectivo.

El primer paso para dejar de fumar es ser consciente de cuántos cigarros fumas por adicción y cuántos por hábito.

La nicotina es la sustancia adictiva pero no le podemos echar la culpa de todos los cigarros que nos fumamos. Muchos de los cigarros que fumamos son más por hábito psicológico que por adicción física.

Con cada cigarro que nos fumamos, nuestros receptores de nicotina (nuestros dragones) tienen suficiente “alimento” para unas dos horas. Todos los cigarros que nos fumamos de más entre estas dos horas son por hábito y no por adicción.

Cómo dejar de fumar los cigarros por hábito:

Si fumas una cajetilla diaria, calcula el número de cigarros que fumas por hábito, verás que pueden ser más de los que te fumas por adicción.

Si te levantas a las 8 de la mañana y te vas a dormir a las 12 de la noche, el número de cigarros por adicción deberían ser unos 8 cigarros. Todos los cigarros de más ya sabes que son por hábito y no por adicción. Ser conscientes de esto e identificar los hábitos que te llevan a fumar esos cigarros, a pesar de que tus depósitos de nicotina están llenos, es el primer paso para dejar de fumar.

Una vez identificados estos hábitos hay que pensar estrategias para evitarlos.

Los comportamientos y disparadores que puedes asociar con el cigarrillo incluyen:

  • Ciertos momentos del día, tales como bien temprano en la mañana, con el café matinal o durante las pausas en el trabajo.
  • Después de una comida.
  • Cuando se bebe alcohol.
  • Ciertos lugares o amigos.
  • Al hablar por teléfono.
  • Situaciones estresantes o cuando te sientes deprimido.
  • Cuando observas o hueles un cigarrillo encendido.
  • Cuando conduces.

Como primer paso, separa los cigarros que te fumas por hábito, es decir, todos aquellos que están en el intervalo de dos horas. Piensa por qué y en qué situaciones los fumas (al coger el coche, al tomar café, etc.) y genera estrategias para afrontar las situaciones que te conducen a estos cigarros.

A la hora de diseñar las estrategias para afrontar estos cigarros por hábito, te podemos ayudar y si lo necesitas podemos recomendarte apoyo de un psicólogo o un médico especialista en adicciones  que te ayude a identificar estos hábitos y a cambiarlos.




Tu primer paso, y antes de pasar al siguiente, va a ser eliminar los cigarros por hábito: los que están entre las dos horas desde que te fumas el primero.

Cómo dejar de fumar los cigarros por adicción.

Ahora llega el segundo paso: eliminar los cigarros de la adicción o entrar en la deshabituación definitiva: Cero cigarrillos. 

En esta fase de deshabituación es cuando aparece con más intensidad lo que llamamos el síndrome de abstinencia o craving. Este síndrome viene acompañado de numerosas sensaciones asociadas: ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, tristeza, rabia, falta de concentración, impaciencia. Estas sensaciones van a ir muy relacionadas con tu carácter o, como decimos en Medicina China, con tu “elemento predominante” aunque también pueden aparecer en la misma persona todas estas emociones de forma alternativa; pasar del nerviosismo a la tristeza, falta de concentración, rabia o impotencia, etc.

Aunque ya te has familiarizado con estas sensaciones, al eliminar tus cigarros por hábito, hasta ahora tenías el consuelo del cigarro de cada dos horas. A partir de este momento hay que hacer frente a estas sensaciones de otra manera.

 Existen diversos recursos para afrontar estas sensaciones:

1. Los sentimientos o emociones propios del craving son las trampas de tus receptores de nicotina: los dragones. Ellos envían señales al cerebro haciéndote sentir triste, rabioso, convenciéndote de que no te vas a concentrar, etc., para que termines dándoles lo que necesitan (la nicotina para que puedan generar fuego). Esta sensación dura sólo varios segundos. No enciendas el cigarro. Bebe agua, respira 4 veces seguidas, toma un caramelo, coge una fruta y en este intervalo de tiempo, esta desagradable sensación ya habrá pasado.

2. Si crees que no vas a ser lo suficientemente firme para poder con estas sensaciones puedes recurrir a la ayuda farmacológica.

Se trata de fármacos prescritos por tu médico que actúan sobre estos receptores de la nicotina, inhibiendo su actividad y secretando una mínima cantidad de dopamina, sustancia asociada con el placer y que hace más llevadero el síndrome de abstinencia. Esto evitará que tengas estas sensaciones, al menos serán menos intensas. Con estos fármacos es como si durmiésemos a los dragones para que no nos ataquen.

3. También puedes recurrir a la acupuntura tanto como complemento al fármaco o como tratamiento único. En esta etapa se aplican unos puntos de acupuntura o un protocolo con el que generamos un escudo que te protege de todas estas sensaciones físicas y emocionales que acompañan a este proceso.

¿Cuántas sesiones de acupuntura son necesarias para dejar de fumar?

1ª Sesión. La persona cuando llega a esta sesión todavía fuma.

Valoramos su nivel de dependencia a través de un test. Identificamos con el paciente los cigarros por hábito y los cigarros por adicción. Le ayudamos a generar estrategias para evitar los cigarros por hábito. En esta sesión trabajamos especialmente los puntos de acupuntura relacionados con el equilibrio emocional, en especial con la decisión y el coraje, ya que necesitamos que la persona decida y actúe.

A partir de este momento, y hasta la cita de la semana siguiente, tendrá que eliminar los cigarros por hábito, es decir, todos aquellos que fuma en el intervalo de dos horas desde el primer cigarrillo, sea cual sea la hora del primer cigarro.

 

2ª Sesión. La persona ya ha reducido el consumo de cigarros y fuma sólo cada dos horas.

En el caso de que no lo haya conseguido, analizamos las causas y reforzamos las estrategias, incluso podemos pedirle al paciente que busque apoyo psicológico para reforzarle a vencer esos hábitos tan arraigados e identificados con el cigarro.

En esta segunda sesión, si el paciente sólo fuma los cigarros de la adicción (uno cada dos horas) se fija una fecha cercana para abandonar totalmente el tabaco. Los días previos a esa fecha se le va a pedir que demore al máximo el primer cigarro del día.

En esta segunda sesión se trabaja sobre las emociones de forma más intensa y a través de nuestro Protocolo de Protección Neuroemocional (PPNE) combinado con puntos que activan el olfato y el gusto, así como con puntos auriculares. Calmar y mantener al paciente como en una especie de burbuja emocional es lo prioritario. Todo esto va a ir generando indiferencia e incluso aversión hacia el tabaco. En esta sesión es especialmente importante el refuerzo positivo ya que será la última antes de abandonar totalmente el tabaco.


3º Sesión. Esta tercera sesión se programa cuando el paciente lleva dos días sin fumar.

Es muy importante conocer las emociones y dificultades que han ido surgiendo durante estos dos días como consecuencia del proceso de deshabituación. En función de lo que nos vaya diciendo, además del PPNE utilizado ya en la segunda sesión, reforzaremos especialmente los puntos relacionados con dichas emociones. 

En esta sesión es prioritario también estimular los niveles de serotonina, neurotransmisor relacionado con la felicidad, para mantener a la persona lejos de la tentación de búsqueda del placer inmediato tal y como lo hacía la nicotina. Además, en este tratamiento trabajaremos otros efectos propios del abandono del tabaco a través de Auriculoterapia como son: inquietud, dificultad para concentrarse, hambre, estreñimiento o diarrea e insomnio. Dependiendo de cómo vaya evolucionando la persona estableceremos las tres o cuatro sesiones siguientes y en fechas relativamente próximas.

 

Sesiones finales y de mantenimiento. Se inician al mes de haber abandonado totalmente el tabaco.

Reforzaremos todos los sistemas, especialmente el pulmonar, que ha sido dañado durante mucho tiempo por el tabaco.

Seguiremos equilibrando las emociones para evitar recaídas, especialmente en aquellos aspectos en los que el paciente se siente más vulnerable.

Si la persona durante este proceso tiene una recaída analizaremos con ella qué es lo que ha fallado. Una recaída no significa necesariamente una vuelta al consumo. Quizá un hábito que se nos ha pasado o con el que no se ha usado una estrategia lo suficientemente firme o quizá un imprevisto en la vida de la persona con el que no habíamos contado.

12 tips para preparar nuestro proceso de dejar de fumar

Es importante que cuando una persona vaya a empezar este proceso de dejar de fumar, sea de golpe o de forma paulatina, se prepare de la siguiente manera:

  • Escoger una fecha que no venga cargada de eventos sociales ni de situaciones especialmente estresantes.
  • Comenzar a hacer al menos media hora de ejercicio al día (caminar, por ejemplo). El ejercicio va a aumentar de forma natural tus niveles de dopamina y va a ser un importante refuerzo en este proceso.
  • Beber mucha agua. Unos dos litros al día. El agua ayuda a eliminar las toxinas del tabaco. Es importante que el organismo se vaya limpiando porque, cuanto más limpio lo notemos, menos desearemos volver a fumar.
  • Rodearnos de frutas, verduras y caramelos sin azúcar. Especialmente los caramelos o chicles de regaliz aplacan enormemente las ganas de fumar.
  • Tener a mano alguno de estos aceites esenciales: Ylang Ylang, incienso y mandarina. Son muy relajantes. Te puedes poner una gotas debajo de la nariz en los momentos más críticos e incluso unas gotas en la almohada antes de irte a dormir. El Ylang Ylang es ansiolítico y antidepresivo, regula el SN vegetativo; el Incienso disuelve las obsesiones y modifica la forma de ver las cosas; la Mandarina aporta una nota de alegría. 
  • Elimina ceniceros y cigarros de la casa. 
  • Si tienes personas a tu alrededor que fuman, pídeles que lo hagan en la terraza o en la calle, de manera que tú no puedas verlos ni oler el tabaco.
  • Sustituye el café por infusiones relajantes, evita el alcohol y las comidas copiosas o con mucha grasa. Además de alejar la tentación del tabaco, tu organismo te lo agradecerá.
  • Realiza actividades relajantes y que te carguen de dopamina: ver una buena película, darte un buen masaje, dedicar un rato a escuchar música, meditar…
  • No te exijas demasiado durante estos días de deshabituación. Vas a poner mucha energía en un proceso muy importante en tu vida y quizá no puedas estar al 100% en otros aspectos.
  • Mentalízate de que habrá momentos difíciles, pero estos pasan y no duran para siempre.
  • Cada día que pases sin fumar, piensa en todo el bien que le estás haciendo a tu organismo y a tu mente: visualiza tus pulmones limpiándose, tus células con toda su energía, tu piel cada vez más radiante y joven, tus dientes recuperando su blanco natural, tus huesos fortaleciéndose, tu sistema inmune cada vez más fuerte y tu corteza orbitofrontal cada vez más resolutiva e ingeniosa.

No olvides que cuando dejamos de fumar añadimos un promedio de 13 años más a nuestra vida, además de una vida de calidad.

Cuando la persona lleva ya varias semanas o meses sin fumar, suele venir esa idea de que por un cigarrillo no pasa nada. Esta es una idea de nuestros “dragones” receptores de nicotina usando las últimas estrategias para engañarnos. No les escuches.

Lo único que tienes que hacer es querer dejarlo y empezar a ser libre de algo que no tiene ningún beneficio para ti ni para los que te rodean, sólo para el estado y las tabacaleras que nos han querido esclavizar de por vida. 

 

En Yào nos comprometemos a darte todo nuestro apoyo y ayuda para liberarte de la esclavitud del tabaco, incluso si surgen recaídas.

DILE ADIÓS A TU MALESTAR FÍSICO Y MENTAL

Únete a los cientos de pacientes y alumnos que ya han pasado por nuestras manos.